Consejo: Respira para disolver el miedo


Habrás observado que cuando el miedo te invade tu respiración se entrecorta. Es frecuente sentir un “nudo en el estómago” y ver que respiramos rápida y superficialmente. Es señal de que nuestro diafragma respiratorio se ha bloqueado. Al bloquearse, no puede moverse, por lo cual el cuerpo tiene que recurrir a respirar con la parte alta de los pulmones. Esta zona es la que tiene menos capacidad, por lo cual hacemos muchas respiraciones superficiales y muy rápidamente.

El estado emocional va unido a la respiración. Cuando nos embarga una emoción intensa nuestra respiración se ve afectada, pero de la misma manera, nosotros podemos cambiar nuestras emociones cambiando nuestra respiración.

Ahora vamos a la parte práctica. ¿Qué hacer para disolver el miedo? Bien, tenemos que recurrir a la respiración diafragmática o abdominal. Pero no sólo cuando estamos bloqueados, sino cuando estamos bien. Para ello, dos ejercicios:

Practicar diariamente la respiración diafragmática (tienes información detallada en este blog, usa este enlace) No importa que sean sesiones cortas, lo importante es la frecuencia. Busca un buen momento para tí, como antes de dormir, o en un descanso en medio de tu jornada laboral, y dedícale unos minutos. Irás avanzando progresivamente, tu diafragma se irá entrenando, y cuando te veas con un apuro, con necesidad, tu cuerpo conocerá ya el camino para disolver ese miedo.
Cuando estés bloqueado/a empieza por darte cuenta de cómo estás respirando. Frota tus manos, y cuando estén calentitas colócalas sobre tu diafragma (en la boca del estómago). Deja que el calor de tus manos entre en tu pecho, e intenta respirar un poco más despacio. Si al principio no puedes es normal, la velocidad de tu respiración irá haciéndose cada vez más lenta poco a poco. Procura dirigir el aire que entra a tus pulmones “hacia tus manos”, haciendo que éstas se muevan. Además de ésto, observa tu mandíbula y tus ojos. Seguramente están en tensión, por lo que vamos a relajarlos. Para ello primero entreabre tu boca, y relaja la zona. Después estira bien tus ojos mirando hacia arriba (como intentando “ver tus cejas”), luego relaja los ojos, y vuelve a centrarte en tu respiración. Seguro que mejoras tu estado emocional.

Sé paciente contigo mismo/a, y sé constante. El trabajo que hagas ahora lo agradecerás el resto de tu vida.

Fuente: http://tecnicasderespiracion.com/?p=258 

No hay comentarios:

Publicar un comentario