Cuento coaching: la hoja en blanco

Al inicio de una conferencia sobre el estrés el orador colgó frente al público una gran hoja de papel blanco.

Con un marcador negro dibujó luego una mancha irregular.
¿Qué ven aquí? Preguntó.
Uno tras otro, los presentes fueron contestando: Una mancha negra.
Eso supuse, dijo el orador.
Ninguno de ustedes se enfocó en la hoja blanca, aunque tiene una superficie mucho mayor.
Precisamente de eso hablaremos esta noche.

¿Cuál es la conversación en la que te enfocas más asiduamente?
¿En todo lo que tienes o en lo poco que te falta?
¿En todo lo que sabes o en lo mucho que no dominas?
¿En todo lo que puedes o en lo que te gustaría pero no te sale?

Tu estado de ánimo dependerá de cual sea la conversación en la que te enfoques.

"La emoción que sientes no existe por sí sola. Sino por la explicación que tú le das"

Y este estado de ánimo determinará tu predisposición a la acción.

Y de tu manera de actuar dependerán los resultados que obtengas.

¿Qué no te gustan los resultados?
La clave es la conversación.


"Tu puedes tener excusas o puedes tener resultados. Lamentablemente lo que no puedes tener son las dos cosas a la vez."

No lo que dicen los demás, tampoco tus circunstancias, solo tu conversación es tu hoja en blanco donde cada día puedes escribir lo que quieres y si lo que tienes escrito no te gusta saber que puedes dar la vuelta a la hoja.

"La persona que realmente quiere hacer algo encuentra la forma de hacerlo”. 

Consejo coaching: Sé estupendo por fuera

Vístete sólo con la ropa que te guste.
Transmitirás más vibraciones positivas sobre ti misma cuando lo hagas.
Acostúmbrate a revisar tu ropa antes de ponértela. Nunca lleves nada sólo porque es cómodo.
Primero y más importante, asegúrate de que te sientes cómoda con tu proyección.
Ni siquiera en privado te pongas ropa “degradante”.
¿Por qué? Porque estás degradando el modo en cómo te ves,
así que aunque nadie te vea, tú si te estarás mirando.

Fuente: Sé tu propio coach - Fiona Harrold

Cuento coaching: Las tres rejas

El joven discípulo de un filósofo sabio llega a casa de este y le dice:
- Oye maestro, un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia.....
- ! Espera! - lo interrumpe el filosofo - ¿ya hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?
- ¿Las tres rejas?

- Si. La primera es la verdad. ¿Estas seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?
- No. Lo oí comentar a unos vecinos.

- Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso que deseas decirme, ¿es bueno para alguien?.
- No, en realidad no. Al contrario...

- ! Ah, vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?
- A decir verdad, no.

- Entonces, dijo el sabio sonriendo
- Si no es verdad, ni bueno, ni necesario, sepultémoslo en el olvido.