Consejo motivador: Estupendo es sexy


Es algo más que la forma de tu cara o la simetría de tus facciones;
es algo que está relacionado con tu personalidad completa.
Es la suma total de todo lo que se te ha dado.
Argumentaría que el primer requisito para conseguir este estado es empezar
a creer que eres estupendo.
Tienes que hacer todo lo que está en tus manos para convencerte
de ello y para verte y tratarte como alguien estupendo.
En esencia, eres estupendo como extensión de que crees que lo eres.

Fuente: Sé tu propio coach - Fiona Harrold

Consejo coaching: Mantente firme

Ve por ello y mantente yendo con la vista
puesta en el objetivo final a través de todo el camino.
Te mereces lo mejor y te lo vas a dar a ti mismo.
Si eres tu propio jefe, sé uno de los buenos.
Anímate, prémiate, elógiate y valórate a ti mismo
si esperas trabajar duramente y conseguir grandes cosas.

Fuente: Sé tu propio coach - Fiona Harrold

Consejo coaching: Todo es bueno, incluso lo malo.

Es facil tener una actitud positiva si comprendes que todo tiene su lado bueno, incluso lo más desagradable.

Se dice que no hay problemas sino oportunidades de mejora. Además, es un hecho contrastado que las personas alegres y optimistas tienen a ser más felices y a atraer más éxito en la vida.

fuente: Coaching para el éxito’ de Talane Miedaner

Cuento coach: Los tres ancianos

Una mujer salió de su casa y vio a tres ancianos de barbas largas sentados frente a su jardín. Como no los conocía, les dijo: “No creo conocerlos, pero tal vez tengan hambre.

Por favor entren a mi casa y coman algo”.

Ellos preguntaron: “.Esta el hombre de la casa?”. “No”, respondió ella, “no esta”. “Entonces no podemos entrar”, dijeron ellos. Al atardecer, cuando llego el marido, la mujer le conto lo sucedido y el dijo, “!Diles que he llegado e invítalos a pasar!”.

La mujer salió a invitar a los hombres a entrar en su casa. “No podemos pasar los tres juntos”, explicaron los ancianos.

“.Por qué?” quiso saber ella. En ese momento, uno de los hombres señaló hacia los otros dos y dijo: “El se llama Riqueza y el Éxito. Mi nombre es Amor. Entra y decide con tu marido a cual de nosotros tres desean invitar”. La mujer entro a su casa y le repitió la historia a su marido. El hombre se puso feliz. “!Qué bueno!.

Ya que así es el asunto, invitemos a Riqueza. Dejemos que entre y llene nuestro hogar de abundancia. La esposa no estuvo de acuerdo. “Querido por qué no invitamos a Éxito?”. La hija del matrimonio, que estaba escuchando la conversación desde la otra punta de la casa, vino corriendo con una idea: “.No sería mejor invitar a Amor?. Entonces nuestro hogar estaría lleno de amor”.

“Hagámosle caso a nuestra hija”, dijo el esposo a su mujer. “Ve e invita a Amor a que sea nuestro huésped”. La esposa salió y les pregunto a los ancianos: “.Cual de ustedes es Amor?. Deseamos que el sea nuestro invitado”. Amor se puso de pie y comenzó a caminar hacia la casa. Los otros dos ancianos se levantaron y lo siguieron. Sorprendida, la mujer les pregunto: “Solo invite a Amor. Por qué vienen ustedes también?”. Los ancianos respondieron al unísono: “Si hubieras invitado a Riqueza o Éxito, los otros dos hubiesen permanecido afuera. Pero invitaste a Amor, y donde sea que vaya Amor, nosotros vamos con el”. Donde hay amor, hay riqueza y éxito.

Reflexión:

El dinero no es malo, al contrario. Lo malo es darle prioridad.
Cuando hacemos las cosas por dinero, todo parece difícil, viene y se va rápido y se nos escapa de las manos. Debemos encontrar aquello que amamos hacer, algo que nos da felicidad y satisfacción y que estaríamos dispuestos a hacer aunque no nos pagaran. Todos nacemos con ciertos talentos y dones naturales únicos. Hay algo que podemos hacer mejor que ninguna otra persona. Es algo que tenemos adentro nuestro y que no necesariamente precisa de un título universitario.
La abundancia y la prosperidad tienen que ver con nuestra conciencia.
Cuando sabemos quiénes somos, sabemos que ya tenemos todo lo que necesitamos. En ese momento, ya somos ricos. Al abrir nuestro corazón y confiar, damos permiso para que todo se manifieste en nuestras vidas.

Libro: el camino más fácil

Cuento motivador: La llave de la felicidad

“Cuenta la leyenda que antes de que la humanidad existiera, se reunieron varios duendes para hacer una travesura.
Uno de ellos dijo:
-Pronto serán creados los humanos. No es justo que tengan tantas virtudes y tantas posibilidades. Deberíamos hacer algo para que les sea más difícil seguir adelante. Llenémoslos de vicios y de defectos; eso los destruirá.
El más anciano de los duendes dijo:
-Está previsto que tengan defectos y dobleces, pero eso sólo servirá para hacerlos más completos. Creo que debemos privarlos de algo que, aunque sea, les haga vivir cada día un desafío.
-¡¡¡Qué divertido!!! -dijeron todos.
Pero un joven y astuto duende, desde un rincón, comentó:
-Deberíamos quitarles algo que sea importante…¿pero qué?
Después de mucho pensar, el viejo duende exclamó:
-¡Ya sé! Vamos a quitarles la llave de la felicidad.
-¡Maravilloso… fantástico…excelente idea! -gritaron los duendes mientras bailaban alrededor de un caldero.
El viejo duende siguió:
-El problema va a ser donde esconderla para que no puedan encontrarla.
El primero de ellos volvió a tomar la palabra:
-Vamos a esconderla en la cima del monte más alto del mundo.
A lo que otro miembro repuso:
-No, recuerda que tienen fuerza y son tenaces, escalarían el monte y el desafío terminará.
El tercer duende dijo:
-Escondámosla en el fondo del mar. -No dijo otro, recuerda que tienen curiosidad, alquien inventará una máquina para bajar y la encontrará.
El tercero dijo:
-Elijamos algún planeta. A lo cual los otros dijeron: no, recuerda su inteligencia, algún día inventarán una nave que pueda viajar a otros planetas y la descubrirán.
Un duende viejo, que había estado escuchando en silencio se puso de pie y dijo:
-Creo saber dónde ponerla, debemos esconderla donde nunca la buscarían
Todos voltearon asombrados y preguntaron.
-¿Dónde?
-El duende respondió:
-La esconderemos DENTRO DE ELLOS MISMOS… muy cerca de su corazón.
La risa y los aplausos se multiplicaron. Todos los duendes reían:
-¡ Ja…Ja… Ja…! Estarán tan ocupados buscándola fuera, desesperados, sin saber que la traen consigo todo el tiempo.
El joven escéptico acotó:
-Los hombres tienen el deseo de ser felices, tarde o temprano alguien será suficientemente sabio para descubrirla y se lo dirá a todos.
-Quizás suceda así -dijo el más anciano de los duendes-, pero los hombres también poseen una innata desconfianza de las cosas simples. Si ese hombre llegara a existir y revelara que el secreto está escondido en el interior de cada uno …. nadie le creerá.

Encontrar el sentido de tu vida es descubrir la llave de la felicidad